La vitivinicultura enfrenta un grave problema ante la llegada del fenómeno climático.
Existe una alta probabilidad de que se produzca un fenómeno de El Niño en la próxima temporada, lo cual plantea nuevamente amenazas para la vitivinicultura. Aunque todavía es temprano, se está delineando una estrategia para obtener fondos nacionales destinados a combatir la plaga de Lobesia botrana. Después de una mala temporada, es crucial asegurar financiamiento para hacer frente a los desafíos futuros, ya que la pérdida de productividad debido a esta plaga no debería ser motivo de debate. Sin embargo, siempre surgen dudas sobre la disponibilidad de financiamiento y también se presentan reclamos al gobierno central.
En este contexto, es fundamental que las cámaras gremiales y el Estado trabajen juntos para encontrar soluciones viables y oportunas. Quejarse en noviembre o diciembre, cuando hay poco por hacer, no sirve de mucho.
La falta de inversión en la protección de los cultivos, que deben ser altamente productivos, y la escasez de recursos para los productores podrían resultar en otra reducción de la cosecha de uvas en Mendoza, con consecuencias económicas y sociales lamentables.
Nadie desea tener más viñedos sin producción o abandonados, pero es necesario empezar a trabajar para que las unidades productivas no solo puedan sobrevivir, sino también generar una producción que sea capaz de cubrir los costos y brindar rentabilidad a los productores. En este escenario, es imprescindible anticiparse y tomar medidas.
Fuente: LosAndes.com.ar