Antucura, la bodega que nació de un sueño editorial

Antucura es una bodega que tiene una historia singular. Su fundadora, Anne-Caroline Biancheri, llegó a Argentina desde Francia en 1993 con el sueño de crear una editorial. Así nació Caviar Bleu, que se especializó en libros sobre cultura, arte y gastronomía. Pero el destino le tenía preparada otra pasión: el vino.

Gracias a un encargo del gobierno de Mendoza para hacer un libro sobre la provincia, Anne-Caroline se instaló en la tierra del sol y del buen vino. Allí conoció al padre de sus hijos y se enamoró de una finca en Vista Flores, con una vista espectacular a la cordillera de los Andes. En 1998, compró la propiedad y decidió plantar viñedos de variedades tintas como Malbec, Cabernet Sauvignon, Merlot, Petit Verdot, Cabernet Franc, Sirah y Pinot Noir.

En 2003, Antucura hizo su primera vendimia y comenzó a elaborar vinos de alta gama, con el asesoramiento del reconocido enólogo Michel Rolland. Desde entonces, la bodega no ha parado de crecer y cosechar premios y reconocimientos. Hoy cuenta con más de 80 hectáreas de viñedos propios, una bodega moderna y equipada con tecnología de punta, y una posada llamada Casa Antucura, donde recibe a clientes y amigos.

Este año, Antucura celebra 30 años de vida y 20 años de su primera vendimia. Para festejarlo, lanzó al mercado el Antucura Blend Aniversario, elaborado con Merlot, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Malbec por su enólogo Mauricio Ortíz. Se trata de un vino elegante, complejo y equilibrado, que refleja el espíritu innovador y audaz de Anne-Caroline.

Antucura es una bodega que nació de un sueño editorial y se convirtió en una realidad vitivinícola. Su nombre significa “piedra del sol” en mapuche, y simboliza la conexión entre la tierra, el clima y la gente. Su filosofía es hacer vinos que expresen el terroir de Vista Flores, con respeto por el medio ambiente y la cultura local.

Fuentes: Ámbito y Forbes

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