Chacabuco, el vino de Familia Falasco, gana el más alto reconocimiento en el concurso de decoración metálica a nivel global.
Chacabuco, con su botella de aluminio, ha logrado un reconocimiento sin precedentes en uno de los concursos más prestigiosos a nivel mundial en la industria del envasado.
El concurso, que busca honrar la calidad excepcional y la precisión en la decoración y envasado, ha destacado a Chacabuco por su compromiso con la excelencia. Los criterios de evaluación incluyeron la calidad de impresión, la complejidad técnica, el acabado del revestimiento, el registro y la destreza técnica, aspectos que han sido sobresalientes en este envase.
La botella de aluminio Chacabuco representa un hito en la innovación de envases en Argentina, no solo siendo un producto para el mercado local, sino también exportado a clientes internacionales.
Este envase, más allá de su diseño, representa una inversión en sostenibilidad. Sus características, como la reutilización, la rápida capacidad de enfriamiento, su facilidad de transporte y su reciclabilidad, ofrecen beneficios significativos para el medio ambiente a corto plazo.
El reconocimiento se debe en parte a la colaboración con Trivium Argentina, una asociación que marca el comienzo de una nueva era en la creación de envases más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.
La Familia Falasco, líderes de la industria vitivinícola con más de 80 años de experiencia, han demostrado, una vez más, su compromiso con la calidad y la innovación.
Este logro destaca la dedicación de Chacabuco a la excelencia y la sostenibilidad, y es un paso más en su continuo liderazgo en la industria vitivinícola.